¡Hola, compañero!
La resiliencia es una de esas palabras que se usan tanto, que parece que pierden el significado. De hecho, yo peco de usarla mucho 😅
Pero ahora en serio, es una de las habilidades más valiosas para cualquier persona, especialmente para deportistas y entrenadores. No se trata sólo de “aguantar” los desafíos, sino de convertir los contratiempos en oportunidades para aprender y crecer. En esta newsletter exploraremos qué es la resiliencia, por qué es clave en el deporte y cómo puedes fomentarla en ti mismo y en tu equipo.
La resiliencia es la capacidad de recuperarse rápidamente de las adversidades y adaptarse de manera positiva. Quizás estés pensando ahora mismo: “Pero si eso es prácticamente la vida, sobreponerse a dificultades”.
Pues sí, la vida requiere que seamos resilientes, y nos hace resilientes. Pero no todos lo somos en la misma medida. Y las personas que más toleran y se sobreponen a las dificultades, más éxito tienen. Porque es imposible vencer a alguien que nunca se rinde, alguien que cada vez que se lleva un revés en la vida, se levanta.
En el deporte, esto significa volver al entrenamiento tras una derrota, lidiar con lesiones o mantener el foco durante una temporada difícil. Y aunque hay personas que nacen con niveles más altos de resiliencia que otros, la resiliencia no es 100% innata.Se puede desarrollar con estrategias concretas y práctica constante. Al igual que hay personas más fuertes por naturaleza, pero el entrenamiento de fuerza puede moldear ese fenotipo que nuestro genotipo nos ha dado.
¿Por qué es importante la resiliencia en el deporte?
- Mayor rendimiento bajo presión: los deportistas resilientes no se derrumban ante situaciones de alto estrés.
- Recuperación efectiva de lesiones: un enfoque positivo acelera la rehabilitación. Y todos los jugadores van a pasar por lesiones a lo largo de su carrera
- Prevención del burnout: la resiliencia ayuda a manejar el estrés y evita la fatiga mental.
Cómo desarrollar resiliencia:
- Adopta una mentalidad de crecimiento: El psicólogo Carol Dweck introdujo este concepto, que implica ver los desafíos como oportunidades para aprender. Por ejemplo, después de una derrota, reflexiona: “¿Qué puedo mejorar?” en lugar de enfocarte en el fracaso. A mí personalmente, me encanta esta forma de enfocar la vida, y realmente lo intento aplicar. Cuando por ejemplo, tenemos algún problema con www.preparacionfisicabaloncesto.com lo veo como una oportunidad para crecer. Para mejorar procesos, hacer mejores formaciones, aportar más valor al alumno, etc.
- Establece objetivos ambiciosos, pero realistas y alcanzables: Metas claras y escalonadas generan confianza y te ayudan a mantener el enfoque. Asegúrate de celebrar los pequeños logros en el camino. No esperes a celebrar el logro final.
- Fortalece tu red de apoyo: Rodearte de compañeros y entrenadores que te apoyen emocionalmente puede marcar la diferencia en momentos de dificultad.
- Practica la autorreflexión: Dedica tiempo a analizar cómo reaccionas ante las adversidades. Mantén un diario para registrar tus pensamientos y emociones. A mí personalmente me gusta el enfoque de Marcos Vázquez en su libro invicto, que consiste en: por la mañana plantéate objetivos para ese día, objetivos que solo dependan de ti el hecho de conseguirlos. Y por la noche, examina si los has conseguido. Admito que no soy tan consistente como me gustaría, pero realmente creo que esta práctica a largo plazo te hace invencible.
- Fomenta la resistencia física: El bienestar mental y físico están conectados. Actividades como la meditación, el yoga, un buen descanso, y sobre todo, entrenar con intensidad (fuerza, HIIT…), son clave para tu bienestar mental-físico.
Y ahora tenemos 2 misiones:
1- Aplicarlo en nosotros mismos desde ya.
2- Conseguir que poco a poco nuestros jugadores sean más resilientes y tengan mentalidad de crecimiento.
Un abrazo,
Álvaro y Jaime.